Juro Solemnemente Que Mis Intenciones No Son Buenas

12 ago 2023

Aceptación

Morena de ojos color café

¿Qué has hecho conmigo?

Que ya no puedo dejar 

De pensar y soñar contigo. 


Morena te has convertido en mi refugio

Tu voz alienta mis sueños

Tu dulce aroma calienta mis mañanas

Y tu sonrisa tan radiante 

Como el sol me motiva a seguir


Cada momento a tu lado 

Es un regocijo indescriptible

Que ruego nunca 

Termine 


las noches son más frías 

Si no escucho tu respiración al dormir,

Si no abrazo tu cálido cuerpo,

Tu compañía, en definitiva 

Me ha alegrado la vida. 


Morena entiendo que estés

confundida y agobiada 

Por mi extraña forma de amar

Ausente y desobediente


Morena solo te pido

Que me comprendas, 

Si no es así ...

Regálame el dolor de tu ausencia


Una noche sin el eco de tus sueños.

Dale a mi alma el consuelo de tu partida, 

Aunque no haya lágrimas 

Para pagar el precio.


4 jun 2023

Una Reflexión Ética Del Conflicto Armado Colombiano

La violencia en nuestro país ha generado una desintegración en las relaciones sociales, generando una vulneración y en algunos casos una eliminación por completo de los derechos humanos, produciendo consecuencias que aún no hemos podido resolver en la actualidad. Ante esto, aparece la ética compasiva como herramienta de resiliencia, pero también de justicia para lograr la convivencia en una sociedad fracturada por el conflicto armado.

La ética son las normas de convivencia que permiten al ser humano convivir con cierta armonía, en el transcurso de las décadas se han encontrado diferentes paradigmas al momento de convivir con el otro. El actual paradigma resalta la importancia en las diferencias, es decir, aprender a vivir y valorar la diversidad del otro. En Colombia no hemos tomado esa pauta, todo lo contrario la hemos obviado generando como resultado un conflicto violento a partir de las diferencias políticas e ideológicas. En los últimos años hemos logrado entender la importancia de la ética. Esta nos ha dado dos respuestas frente al conflicto armado: El olvido (una práctica habitual en Colombia) o la memoria.

Acertadamente la mayor parte de la sociedad Colombiana apostó por la memoria, un trabajo arduo y complicado, ya que esta abre heridas del pasado, pero solo desde la memoria se puede conocer el sufrimiento e historia real de las víctimas y del conflicto armado en Colombia. La memoria es justicia e implica el compromiso de reparar en ese proceso esas heridas abiertas.  La memoria reivindica las víctimas, les da el poder, les da la responsabilidad de actuar y de accionar para que no vuelva a pasar lo sucesos del pasado. Cuando hablamos de víctimas también nos referimos al victimario, este tiene un papel central para lograr una verdadera convivencia partiendo de las diferencias; la violencia no deja a nadie indiferente, en el caso del victimario este se deshumaniza por los actos realizados y su forma de ver el mundo, en la que el sacrificar a alguien por una idea es defender la idea y no cometer un crimen. El victimario no logrará el perdón con décadas de cárcel, ni rezando todos los días un ave maría, el verdadero perdón solo lo podrá obtener si la víctima lo perdona. La sociedad colombiana tiene que entender que el conflicto armado representa de alguna manera su identidad, no la puede, ni debe negar, debe responsabilizarse para tomar acción, desde ahí podemos iniciar con una verdadera ciudadanía capaz de respetar las diferencias.

La ética compasiva va de la mano con la memoria, puesto que ambas tienen el objetivo de crear las condiciones de vida necesarias para que no se repita nuevamente las masacres, falsos positivos, hijos capturados, padres asesinados, madres violadas y muertos sin familia.


1 may 2023

Frustración


Te sientas, tomas el vaso que está encima del escritorio y bebes el líquido con sabor a agua mientras observas la pantalla blanca enfrente de ti. Te gustaría que ese vaso supiera a cerveza, te gustaría que ese vaso fuera cerveza, pero no puedes, dicen, no debes, dicen, está mal, dicen, te vas enfermar y morir como tu tío, dicen. Seguramente por eso hoy te encuentres tan mal y vuelto mierda. Por las putas cervezas del día de ayer que tomaste en esa reunión de amigos, que por cuestiones del estudio y del trabajo ya pocas veces se ven. Tomaste unas cuantas cervezas, recuerdas, la sensación del líquido en tu boca, la espuma tocando tus labios, la energía que te inyecta de valor para hacer cualquier pendejada no tiene precio. Pero al otro día estás arrepentido de tu decisión y te prometes que va hacer la última vez… lo prometes, pero nunca cumples.  

Te levantas a las cinco de la mañana. Tu mundo se reduce a la universidad y la pantalla del computador que solo te genera estrés y miopía.  Para mañana tienes que entregar un trabajo de la carrera, pero no lo estás haciendo, te frustraste, estás cansado y quieres mandar todo a la mierda. Desde las diez de la mañana estás buscando información relacionada con el ensayo que tienes que hacer, pero no encuentras nada. Tu cerebro no responde, solo tus manos responden; tus manos sienten una satisfacción al tocar cada tecla y escuchar el tic-tac del teclado. Sienten que están haciendo algo útil, pero no. Solo están quemando energía.  Desde hace horas navegas en el internet, navegas, navegas y navegas. Crees que encontrarás algún artículo valioso para el ensayo, pero mientras más pasan las horas más frustración entra en ti.

Te intentas calmar. Tomas tu celular y abres WhatsApp, repasas la lista de tus contactos, alguien que te pueda ayudar,  pero no encuentras a nadie. No quieres ayuda. No quieres fastidiar, mejor solo arreglas el problema, Te estresas más. Respiras y abres YouTube, en el buscador colocas un artista Español de esos que nadie conoce y te dejas llevar por  su hermosa y perfecta voz:

Cuando cumpla mi condena y la lluvia apague el sol, cuando pase tu melena y ya na' me cause pena….  Y  no conozca ni mi voz.

Recuerdas la primera vez que lo escuchaste, una amiga te lo recomendó, recuerdas. La voz del cantante Español te tranquiliza por un momento hasta que vuelves a ver la pantalla de tu computador en blanco. No entiendes porque llegaste a este punto, no entiendes porque estás frustrado y estresado. Nunca te dijeron que tenías que aprender sobre cooperación internacional, jamás te dijeron que la mayoría de los egresados entran a trabajar en instituciones del Estado u organizaciones públicas. Que estos egresados se dedican a construir indicadores sociales,  formular proyectos o evaluar políticas públicas. ¡Jamás te dijeron que tú puto trabajo iba a ser en una oficina! ¡Te dijeron que tu trabajo era en el campo, con las comunidades, caminando! ¡No en una puta oficina aplastado! Te dijeron que tu carrera ayudaba a las comunidades en sus territorios, conviviendo con ellos, recuerdas. Quieres ayudar a las comunidades en sus territorios, estando con ellos, hablando con ellos, viviendo con ellos. ¡Que otros hagan trabajó de escritorio, pero tú no!

No sabes cuándo empezaste a odiar todo lo referido a la política, las instituciones sociales o la cooperación internacional, simplemente no sabes. No sabes cuándo empezaste a tenerle fastidio a ciertas cosas de tu carrera, simplemente no sabes. No sabes si tomaste la decisión correcta con elegir esta carrera. ¿Cuándo empezaste a dudar? Eso sí lo sabes, cuando tomaste esa electiva de periodismo y literatura, ahí dudaste, en cada clase dudaste. Te arrepientes de haber elegido tu carrera al azar y que una moneda decidiera tu destino. Te arrepientes. Sientes odio y frustración. Te levantas de la silla, ves la ropa desordenada encima de la cama, ves la estantería, ves tus libros, te detienes en los libros de Harry Potter, libros que te hicieron reír y llorar. Y que si no fuera por ellos no te gustaría leer. Aún sientes frustración, quieres ir por la botella de vino que prometiste tomar con tu abuela el 31 de Diciembre, pero no. quieres gritar pero no puedes, de tus labios no hay ningún movimiento, y de tu boca no sale ningún sonido, solo se escucha tu respiración entrecortada. Quieres explotar, mandar todo a la mierda, y la única forma que se te ocurre es gritando, pero ¿para qué? Si nadie te va escuchar.

 

Después de todo, siempre estás solo.


16 ene 2023

Más que una crónica es un chisme de barrio

En el conjunto de Aguamarina, en el barrio Topacio de Ibagué, brillan pequeñas lucecitas de colores. Azul, rojo, amarillo. Ya se siente el espíritu navideño. Cerca, la panadería Pinipán, el local de hamburguesas, la heladería, la barbería, el bar de la esquina. El barrio tiene más vida de noche. Son las 8:50 de la noche en la ciudad de Ibagué, junto a mi camarada Nelson nos bajamos de la ruta 9, al frente de la iglesia Nuestra señora de Guadalupe, al lado de esta, se encuentra el mejor local de arepas mixtas, al pasar frente al local, el olor a carne desmechada cociéndose al carbón acompañada de un guiso que solo puede traer consigo un dolor de barriga al otro día. Hasta el más vegetariano, pecaría con el objetivo de probar tan delicioso manjar. Poco a poco nos alejamos del sector comercial del Topacio. Mientras más avanzamos, el barrio es más oscuro y sinuoso, poco a poco se van perdiendo las risas y gritos del sector comercial, para entrar en un profundo silencio, que sólo se interrumpe con nuestra respiración jadeante. 

Cruzamos una cuadra, volteamos a la izquierda y por fin llegamos a la cuadra donde más años pasé jugando fútbol con los que alguna vez fueron mis amigos de niñez y que hoy, solo son recuerdos. Recorro la cuadra junto a mi compañero, en una oscuridad acogedora. No hay ningún destello de luz, aun así, tengo la plena seguridad que las vecinas chismosas nos están observando. Ignoro todo ello, ya que por fin logró llegar a mi hogar. Mi compañero Nelson se despide. Son las 8:57 de la noche y busco las llaves del enrejado. Mientras lo hago, miró en dirección a la casa de enfrente, las luces se encuentran encendidas, se escuchan pequeñas risas y logró reconocer algunas canciones de Rock en español. Al fin encuentro las llaves del enrejado, la abro y subo al segundo piso. La puerta de mi casa para mi sorpresa se encontraba abierta  y en la entrada mi perrita me estaba esperando, cómo espera una madre a su hijo después de que este haya vuelto de la guerra.

Una voz suave me da la bienvenida:

 Otra vez ese olor a marihuana en la casa de los vecinos  dijo mi abuela con molestia mientras se acercaba a la puerta para mirar a los vecinos de enfrente. Son los peores vecinos que hemos tenido.

Yo solo huelo pollo frito abuela —digo con una sonrisa en mis labios—. Un día de estos le traigo pollito frito de la universidad, así quizás, te relajes un poco.

Vaya coma mierda dice mi abuela riéndose—mejor vaya al comedor y cene más bien.

Mientras me dirigía al comedor, pensaba: mi abuela es muy exagerada… ciertamente hemos tenido peores vecinos, estos vecinos a comparación de muchos son un encanto. Los anteriores a estos, recuerdo muy bien sus últimas semanas en la casa de enfrente y la razón principal por la cual la dueña de la casa les ordenó que se fueran de la misma o por lo menos es la teoría que tiene mi abuela: Las constantes peleas que producían la mujer y el hombre producto del alcohol.

La última pelea que presenció la cuadra fue durante los inicios de septiembre, era un domingo, recuerdo bien. El día anterior habían mandado a traer cinco canastas de cerveza y como todo buen colombiano, prepararon el equipo de sonido para tener a toda la cuadra despierta hasta las dos de la mañana. Durante la fría, pero alegre noche nos acompañó Vicente Fernández, El binomio de oro, Grupo Niche y el único e infaltable Diomedes Díaz. Desde la ventana de mi cuarto observaba a la familia que se encontraba afuera de la casa, lo que algunos llaman la parte del jardín. El padre un hombre gordo, moreno y con indicios de calvicie tenía en sus piernas a su hijo. Mientras el padre agarraba una cerveza con la mano izquierda, con la otra jugaba en el celular con su hijo. Un niño de 8 años que todos los días a las doce y quince de la tarde regresaba del colegio. La madre una mujer de baja estatura, con una cabellera de color naranja parecida a la de Cindy Lauper, pero mucho menos cuidada, una mujer con bastantes marcas de expresión producto del trabajo que ha tenido que llevar durante toda su vida, dicha madre cantaba a todo pulmón cada canción que sonaba en el equipo de sonido, se les veía felices. Sí no conociera su historial de peleas muy probablemente hubiera participado en la fiesta, pero no. En algún punto de la canción del cóndor herido me dormí y no supe nada más hasta la mañana siguiente.

Eran las 6:30 de la mañana y aún me encontraba durmiendo cuando de repente el grito del hombre de enfrente me despierta. Segundos después logró escuchar estallidos de botellas para terminar nuevamente en gritos, pero esta vez del niño y su madre. Me levanto de la cama y me dirijo a la sala para llegar finalmente al baño, sin embargo, al entrar a la sala encuentro a mi abuela observando en la ventana oculta entre las cortinas para que no capten su presencia de vecina chismosa.

Al ver esto le digo:

 ¡No sea tan chismosa abuela! —digo totalmente avergonzado.

 Mejor venga y mira conmigo  dijo mi abuela con un tono un poco apenada.

Aceptó de “mala manera” su propuesta y caigo en su manipulación aun cuando mi vejiga está a punto de explotar, caigo en las palabras de mi abuela y la acompañó en su actividad de chismoseo.  Desde el segundo piso mi abuela y yo tenemos la posibilidad de observar por completo la escena de los hechos, el sol aún no ha salido por completo, solo se vislumbran pequeños indicios de este en el cielo, el jardín de la casa de al frente está cubierto de vidrios de botellas, las canastas de cerveza del día anterior, ahora solo tienen botellas vacías del líquido alcohólico y el parlante de la casa de los vecinos se escucha poco en comparación de los gritos del hombre, la mujer y el niño. Quedó asombrado ante mi sorpresa, ya que la persona que estaba destruyendo las botellas de cerveza era la mujer. Era el hombre y el niño entre lágrimas quienes trataban de detenerla. El hombre en un intento de que la mujer parara dijo:

¡Pare! dijo el hombre alterado, no ve que va despertar a los vecinos.

Me importa un culo si se despiertan, yo veré que hago dijo la mujer con una mirada de odio al padre de su hijo.

¡Mamá por favor para! dice el hijo llorando, tranquilízate por favor.

La mujer ignora por completo las súplicas de su hijo, toma un trago de la cerveza que tiene en la mano derecha y vuelve a gritar:

¡Todo esto es su culpa Roberto, tu trabajo como repartidor es una mierda, no alcanza para nada, si no me matara en el trabajo no tendríamos comida! dijo la mujer en total histeria.

Entonces si mi dinero no sirve mejor me voy —aclaró Roberto algo triste.

Pues váyase, lárguese, estoy mejor sin usted —manifestó la mujer.

Al terminar sus palabras la mujer se acercó unos centímetros al hombre, lo suficiente para que el hombre no pudiera tocarla, La mujer con todas sus fuerzas  lanzó la botella de cerveza directo a la cabeza del hombre, ante unos reflejos solo comparados a los del hombre araña el hombre logra esquivar la botella para que esta estrelle en la puerta y se vuelva a escuchar el sonido de los vidrios romper. Al finalizar el impacto, el niño corre hacia su madre y la abraza suplicando que parara una última vez.

En mi casa, mi abuela y yo estábamos en un completo estado de shock, pensaba: ¿Cómo es posible que un niño de 8 años pueda tener más inteligencia emocional que su propia madre? Que putas. ¿Cómo es posible que este niño esté pasando por esto? Ningún niño debería pasar por esto. ¿Dónde hay algún adulto que pueda solucionar esto? Ante estas palabras tuve la respuesta. ¡Hay que llamar a los policías! Salgo de la sala y me dirijo a mi cuarto, al entrar vuelvo a escuchar los gritos del niño y botellas sonando como si estuviéramos en un tropel de la UT. Entro y empiezo a buscar mi celular, busco en la cama, busco en la ropa sucia, mierda no lo encuentro, busco en la estantería, ¡Mierda! no encuentro nada, tengo que hacer algo, ¿piensa donde lo dejaste? Miro el enchufe que está al lado de la cama y ahí está el maldito: Cargando batería. Lo desenchufo, desbloqueo y empiezo teclear en la pantalla del celular el número de la policía 1, 2 y 3 llamó… nadie contesta, ¡Mierda! No tengo minutos. Salgo del cuarto y voy por el celular de mi abuela, lo encuentro en la sala, lo tomo y llamó… ¡Mierda! No hay señal. ¡Hijueputas Tombos, no sirven para un culo!

Vuelvo a la ventana y veo que el hombre y su hijo están dentro de la casa con la puerta encerrada y la mujer afuera de esta. La mujer en su capacidad creadora crea un mar de insultos y genera botellazos a diestra y siniestra que retumban en la puerta, parecieron horas, pero solo fueron tres minutos. Por fin, después de esos tres minutos una policía y un policía llegan a la escena del crimen. Ambos bajan de la moto. Al momento de entrar a la propiedad él policía movió la puerta del enrejado, una puerta tan vieja y oxidada que las personas que aún estaban dormidas seguramente despertaron por el chirrido de la puerta y se unieron al chismorreo. 

Los policías al entrar a la propiedad notaron alrededor de la entrada el mar de vidrios rotos, las canastas de cerveza y las cervezas a medio terminar adentro de la sala. Los policías pidieron que abriera la puerta a lo que el hombre obedeció, a continuación los policías hicieron toda la rutina ante estos casos de violencia. El hombre explicando lo ocurrido y la mujer defendiéndose diciendo que era un borracho, que le pegaba y que era un mal padre. Ante esto el niño intentó calmar a sus padres pero solo logró que la mamá lo callará, a lo que el hombre se acercó de manera agresiva a la mujer pero él policía se interpuso y amenazó con arrestarlo si tocaba a la mujer. Parecía que la llegada de los policías había calmado la situación, pero en una de las frases el Hombre dijo:

Señor oficial esta mujer está loca dijo el hombre que vivía en esa casa.

Con esas palabras. La mujer volvió en Cólera, tomó nuevamente una botella de cerveza y ante la sorpresa de todos lanzó la botella al hombre, para fortuna de este, pudo volver a esquivar, pero la botella pegó al vidrio de la ventana haciéndola añicos. El hombre grita:

¿Qué te pasa? Estas loca dijo el hombre atónito ante la reacción de la mujer ¿Cómo lo vas a pagar?

Lo voy a pagar con mi plata, porque yo trabajo y me la ganó Concluyó la mujer.

Los policías volvieron a tomar control de la situación y en un par de minutos estos ya estaban hablando de manera silenciosa, siendo imposible escucharlos y al ver la situación terminada, llevó a rastras a mi abuela a la cocina para que hiciéramos el desayuno, mientras íbamos a la cocina comprobé que estaba completamente mojado de sudor, pensaba: Menos mal esto ya terminó. Esa fue la última pelea que tuvo esa familia en esa casa, ya que después de dos semanas todos se habían ido de allí. Al mes de que estos se fueran, la dueña de la casa resignada mandó a colocar nuevos vidrios al apartamento. A la semana siguiente, los vecinos del pollo frito llegaron al apartamento y la verdad he disfrutado su compañía, sus gustos musicales son parecidos a los míos y tienen un gato, razones suficientes para considerarlos como buenos vecinos.

Son las 10:00 de la noche en la ciudad de Ibagué, me encuentro en mi cama, escuchando la canción de Mon Laferte que colocaron los vecinos de enfrente: Tu falta de querer, acompañado del olor a marihuana de estos mismos. Escucho decir a mi abuela:

No me gusta esa música de marihuanos dijo mi abuela aburrida, por no poder escuchar bien la novela, producto de dicha música.

A lo que yo le respondo:

Prefiero unos marihuanos existenciales, que unos borrachos peleoneros confieso ante mi abuela. 

 

Han pasado cuatro meses y la dueña del apartamento aún espera que le paguen los vidrios rotos de la ventana.

2 nov 2022

El dinosaurio

Estoy en mi cuarto, escuchando Rodolfo Aicardi, con una mano estoy realizando el trabajo de diseño 3, que dejaron hace dos semanas, con la otra, tengo un vaso caliente de agua panela con limón a tan solo dos centímetros de mi nariz, todo el vapor de la agua panela entra en ella, olvidando por un instante la gripe, producida por la lluvia de estos días. La noche era fría y tranquila, hasta que ocurrió lo impensable, eran las 8:33 y lo recuerdo como si fuera ayer, esperen, si fue ayer.

Todo inició con un grito de mi padre, su grito hizo que derramara unas gotas de agua panela y quemara mis bolas, en mi mente pensé: “Mierda, ahora que paso” me levante del asiento y al hacerlo ocurre un segundo grito, esta vez con mi nombre: “Juan Andrés” sin pensarlo, sigo su voz de dictador al baño, entro y me da la bienvenida el olor a mierda con una pizca de fragancia de canela, debido al ambientador.

Mi padre me recibe con una cara de disgusto y me dice: “Mira el retrete” obedezco como un fiel sirviente, ante mi incredulidad le digo a mi padre: “Desde cuando la mierda tiene forma de dinosaurio” Mi padre responde: “No es mierda, es un dinosaurio” Mientras sus palabras lograban tener sentido en mi cabeza y mis ojos de miope más miraban el retrete, mas entendía, que efectivamente era un dinosaurio, por esa razón el retrete estaba tapado hace dos días, no era porque cagaras mucho o la tubería estuviera defectuosa, ni mucho menos porque estuviéramos tirando papeles al retrete, el retrete estaba tapado, porque efectivamente había un juguete de dinosaurio en él. Vuelvo a la realidad y le pregunto a mí padre con cierto sarcasmo: ¿Quién habrá sido? Mi papa con una mirada fulminante me mira, toma aire y vuelve a gritar, pero esta vez grita el nombre de mi hermano Juan David y mi primo Martin, ambos de 7 años de edad. Solo tardaron unos segundos, para que llegaran a la escena del crimen, al llegar, sus sonrisas fueron desapareciendo y su color de piel fue decayendo a un color pálido, a causa del olor del baño y el dinosaurio en el retrete, sus caras lo decían: eran culpables.

Mi padre se va por unos momentos, al regresar me entrega unos guantes y una bolsa, empiezo a ver lo que se avecina, le dice a mi hermano y a mi primo, que conduzcan a la sala para iniciar el interrogatorio, cuando se van, mi padre me dirige una mirada de compasión y me dice: “Ya sabes lo que tienes que hacer” al terminar sus palabras, mi estómago se revuelve por un momento, siento el vómito en mi garganta por la batalla que se aproxima, aceptando mi destino, le respondo: “Déjame adivinar, arreglar la mierda que hicieron” cuando termine de recitar mis palabras, ya se había marchado, no recibí  frase de aliento o algún gesto de agradecimiento, solo se fue, dejándome con la mierda del retrete.

Mientras mi padre hablaba con mi primo y mi hermano en la sala, yo parecía un arqueólogo en pleno desierto de Gobi en busca de fósiles de dinosaurios, pero en lugar del desierto y del fósil del dinosaurio, era el retrete y el juguete de dinosaurio, mi odisea no duró más de dos minutos, pero parecieron siglos, mientras jugaba a la arqueología en el retrete, trataba de no tocar ningún pedazo de mierda, mientras aguantaba la respiración para no ahógame. Pensándolo bien, estaba jugando al buceo, no a la arqueología, finalmente pude llegar al fondo del retrete, sujete la cola del dinosaurio y con sublime delicadeza saque del retrete el juguete, para mi sorpresa, el espécimen obtenido era de velociraptor, ¡Un velociraptor había tapado el baño, increíble! Esas fueron las palabras que le dije a mi familia al entrar a la sala, le entregué el juguete a mi padre y me dispuse al patio, para lavarme durante media hora con jabón Rey las manos, durante todo ese tiempo, pude pensar y llegaba a la conclusión que estas escenas, generaban ganas de no tener hijos, pero, si no existieran esos dos niños en la casa, no habrían tantas risas: Durante esta última semana, han realizado diferentes atentados, siendo el del baño el tercero. El primero fue haber dañado un cuadro familiar de mi padre y de mi tía cuando eran adolescentes, causando la rabia y violencia por parte de mí abuela, el segundo atentado fue haber dañado una herramienta de trabajo de mi tía y para esconder las evidencias la botaron a la calle, dejando sin posibilidades de arreglo dicha herramienta. Y El último atentado, el del velociraptor, ciertamente, si siguen así, acabaran la casa.

11 oct 2022

Mi primera clase de periodismo y literatura

Feliz día mi gente linda, ¡¿Cómo estánnnnnnnnnnn?!

Espero que estén muy bien, hace dos semanas inicie sexto semestre de sociología, ya solo me faltan unos cuantos añitos más para terminarla(a menos que haya algún paro, una tercera guerra mundial, o nose, quizás una nueva pandemia, en ese caso, esos “añitos” se convertirán en “añotes”) el punto, es que voy en sexto semestre, por cosas del destino, decidí matricular de electiva una materia llamada Periodismo y Literatura, una materia perteneciente al pensum de la carrera de comunicación social, las clases de dicha materia son de seis de la tarde a diez de la noche, todo bien hasta ahí, la cuestión es que el lunes tengo clase desde las 6 de la mañana(de 6 a 8 inglés I; de 8 a 10 Diseño IV; de 10 a 12 Diseño III; de 2 a 4 Sociología rural; de 4 a 6 identidades colectivas y finalmente de 6 a 10 de la noche Periodismo y literatura)  en ese orden de ideas, cuando llegué a clase de seis, además de llegar con mucho sueño, estaba nervioso, debido a que no conocía a nadie a mi alrededor, pero al entrar el profesor, las energías, el aura, o como quieran llamar eso, se hizo amena, agradable, tranquilizante y profundamente divertida, pareciera que volvía a tener la misma energía de antes de iniciar la primera clase de las seis de la mañana, en definitiva me encanto la clase y me sentía muy tranquilo, hasta que el profesor nos pidió que escribiéramos un párrafo de lo que hemos sentido en la clase, a continuación les presento mi escrito:

Entro al aula 106 con un completo asombro de no ver ninguna cara conocida, miró en dirección fija al asiento de la esquina, donde sea menos visible para los demás, pasan los minutos y por fin llegan unos estudiantes de sociología, me quito un peso de encima, no soy el único raro que matriculo literatura, recordando las palabras de mis compañeros de mí semestre de sociología. El profesor empieza su clase y quedó absorto por sus palabras, sus gestos, en su discurso, me pongo a pensar: ¿Será que me equivoque de carrera? Al terminal su clase magistral, el profesor coloca la tarea y la realizó con angustia, mientras me sudan las manos, porque pienso que lo haré mal.

 

Lo de ahí arribita, fue el párrafo que realice, al profesor le gusto y me alegra, espero que a ustedes también queridos amigos y amigas les haya gustado, y gracias por perder su tiempo en este hermoso blog, les deseo fortuna y recuerden compás: ¡ESTO ES MODO GUERRA!

1 feb 2022

Temporada 1 capítulo 3

 

Feliz día mi gente linda, ¡¿Cómo estánnnnnnnnnnn?!

Iniciemos de una vez mis queridos lectores, porque tengo ahorita clase y el tiempo apremia, la mayor reflexión que me llevo en este episodio es: que nuestra vida debe ser Espéralo….  ¡LEGENDARIA! Y para que nuestra vida sea legendaria es necesario personas legendarias. Es decir mis queridos lectores, consigan amigos como Barney (eso sí, que no tengan comportamientos machistas, entre otros compartimientos malos para la sociedad, consíganse  a un Barney como el del último capítulo de la última temporada, es decir, un Barney totalmente maduro pero sin dejar de ser juguetón con la vida) consigan amigos como Barney que te hagan pasar momentos legendarios.

Y si no consigues un amigo que te haga pasar momentos legendarios. Pues se tú, el Barney que necesiten los demás. No esperes a que la felicidad llegue a ti, nuestros antepasados lucharon buscando la felicidad, no se sentaron a esperar.

Después de todo, tener amigos como Barney, nunca nos llevarán a donde creíamos que queríamos ir, pero siempre tendremos una buena historia que contar.